TAO

Tao o Dao significa literalmente "Camino" o "Vía". El Tao es la realidad suprema, la energía creadora, la esencia primigenia, el campo de la existencia y la no existencia. El Tao es el orden o natural o la armonía del universo. El Tao es eterno e infinito.

El Taoísmo es una corriente de pensamiento que sigue los principios del Tao y que ha tomado forma filosófica, religiosa o esotérica. Tales principios se reflejan en los escritos que son la referencia por excelencia sobre Taoísmo, principalmente el Tao Te Ching (también conocido como Dao De Jing, Libro del Camino y la Virtud), escrito por Lao-Tzu (Lao Tsé o Lao Zi), seguido del Libro de Chuang-Tzu (escrito por Chuang-Tzu o Zhuang Zi). Las fechas de origen de dichos textos son causa de disputa aún, se estima que datan de los siglos 3 ó 4 A.C. Otro texto de gran relevancia en relación con el Taoísmo, o más específicamente, sobre las permutaciones o combinaciones de Yin y Yang, es el I Ching o Libro de los Cambios. Este texto clásico es de los más antiguos que existen en la historia de China.

En palabras de Alan Watts (fantástico filósofo y escritor británico): "El Tao es el camino, la corriente, el flujo, la deriva, o el proceso de la naturaleza". Sin embargo, el Tao "no es un camino que seguir, es simplemente un camino que es en sí mismo el camino natural, sin más". Alan lo llama el Camino del Agua pues tanto Lao-Tzu como Chuang-Tzu usan el flujo o la corriente de agua como el elemento metafórico más puro para explicar el Tao.

El Tao Te Ching comienza diciendo: "El Tao del que puede hablarse, no es el verdadero o eterno Tao". Esta frase nos enseña que la concepción y comprensión del Tao escapa nuestra capacidad consciente, principalmente en términos de lenguaje. Nos recuerda que tiene que haber otra manera de comprender o convivir con nuestra propia naturaleza, que esta manera va más allá de aquello que podamos traducir o expresar con palabras, y que esta manera es - a pesar de parecer compleja- simplemente natural.

El Taoísmo en su forma religiosa, esotérica e incluso filosófica implica que aquel que se considera Taoísta se adhiere a la aplicación de enseñanzas, preceptos, métodos, prácticas o disciplinas (Ver relación del Tao con las prácticas -Qi Gong, Tai Ji, meditación) que conducen a la cultivación y refinamiento del ser (tanto en términos físicos, energéticos y espirituales, como en valores universales: amor, honestidad, humildad, respeto, perdón, compasión, paz, inclusión, etc.), y siguiendo este camino lograr la iluminación o ascensión. Las prácticas son muy variadas e implican tanto la implementación de las enseñanzas en la vida común (en el día a día) como la práctica de métodos más estructurados, por ejemplo, de meditación y alquimia interna. Lo más destacable sobre el Taoísmo en esta línea, y en cualquiera de sus formas, es que hace responsable a la persona de su propia vida, de su conducta, sus actitudes, y por tanto responsable de su cultivación y ascensión. Alrededor de la religión Taoísta existen deidades y jerarquías espirituales, así como ceremonias, liturgia, templos, monjes/as, maestros/as, discípulos/as, etc. 

Sobre Taoísmo se pueden escribir pergaminos interminables y estudiar una vida entera, lo que sí quiero destacar aquí es que plantea una visión orgánica del universo, esto es, que todo el cosmos está implícito en cada uno de sus elementos, que cada uno es lo que es únicamente en relación con el resto, y que, por tanto, absolutamente todo tiene una razón de ser. Por ejemplo, un árbol no puede verse sólo como árbol, sino como un árbol que no existe sin las nubes y la lluvia, sin la tierra, sin el sol y la luna, por lo tanto, el árbol realmente es y consiste en todos estos elementos. El Taoísmo no sólo plantea la interdependencia, sino que el ser o existir surge simultáneamente respecto al resto, Watts plantea dos ejemplos interesantes: 'el sol no sería luz sin nuestros ojos, ni el universo "existiría" sin la consciencia- y viceversa'.

El universo surgió junto con nosotros; con nosotros, todas las cosas son una. -Chuang-Tzu.

Por tanto, el Tao no es un Dios, alguien o algo que manda, pues no hay nada que -o nadie a quien- mandar, simplemente hay una interrelación y simultaneidad virtuosa, sabia y natural, entre todos los seres y las cosas que existen, y que conforman la totalidad o la unidad, el Tao.

Además del principio vital del Yin-Yang (la dualidad explícita expresando una unidad implícita) el Taoísmo plantea otros principios fundamentales, como Li (el orden o el patrón orgánico del universo, que no sigue una pauta sino que existe por y a través de sí mismo), Wu Wei (la no-acción, no forzar, fluir de acuerdo al momento presente, de acuerdo al Tao) y Te (la virtud natural, la virtud del corazón, la gracia de vivir en armonía con el Tao), entre otros de gran interés que los invito a explorar a fondo.

Para mayor información sobre la relación entre el Tao, la sabiduría y la religión, ver artículo de Li Shifu.



















Foto de Luke Blezard.

Desde China y México para el mundo con amor.
2018.  Andrea Indira Moreno Herrero - @Andreacaminodelagua
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