PRÁCTICA EN ACCIÓN


Aprender Qi Gong, Tai Ji y meditación Taoísta (todas o alguna de estas disciplinas) únicamente requiere voluntad y perseverancia. En mi proceso aprendí que tenemos muchísima resistencia a estas prácticas porque nos conducen a un camino que puede darnos miedo pero que será ineludible en algún momento: el camino del autoconocimiento, del reconocimiento o la remembranza.

En el momento en que decidamos que estamos listos podremos hacerlo, dentro de un entorno monástico o no, y nuestro maestro estará al alcance. Será más fácil para unos que para otros, pero es una posibilidad real para todos. 

Si has leído las descripciones ofrecidas en este sitio sobre las artes Taoístas (Tai Ji, Qi Gong y meditación Taoísta), habrás podido observar que, aunque guardan sus diferencias, todas tienen un componente central: la meditación y el flujo de Qi, y un objetivo troncal: empoderarte, recordarte la fuerza y el poder que tenemos (como mente, cuerpo y espíritu). La práctica es el entrenamiento para manifestar nuestra sabiduría interior.

"El agua que fluye no se pudre" -Proverbio de medicina China.

"Cuando el agua está quieta es como un espejo, que refleja la barba y las cejas. Brinda la precisión del nivel del agua, y el filósofo la toma como modelo. Si del agua deriva la lucidez desde la quietud, ¿cuánto más las facultades de la mente? La mente del sabio en reposo se convierte en el espejo del universo, el espéculo de toda la creación"- Chuang-Tzu.

"El Tao en el mundo es como un río fluyendo hacia abajo por el valle hacia el océano"- Lao-Tzu.

El Qi Gong, el Tai Ji y la meditación son prácticas flexibles y dinámicas. Una vez que las sientes puedes ajustar tu práctica a tus necesidades y a tu disponibilidad de tiempo. Son disciplinas que no se estudian, se practican, se sienten. Y son perfectamente compatibles con otras que te ayuden en tu proceso, como puede ser la entonación de mantras, la danza, el canto, hacer música, deporte, o lo que desees.


El Qi Gong y la meditación fueron las prácticas principales que me ayudaron a sanar de mis enfermedades y desórdenes, pues son las que implementé de principio a fin durante mi estancia en el Templo, sin embargo, el Tai Ji tiene el mismo potencial. Cada una de ellas cataliza y afianza el proceso de curación que nosotros mismos llevamos a cabo. Practicando fuera del templo, el Tai Ji me ha ayudado a ahondar sustancialmente en mi práctica de meditación y a liberar emociones, ha acondicionado mi cuerpo y solventado problemas físicos, y me ha enseñado que no debo limitarme a mí misma de ninguna manera.

Cuando practico...
...Qi Gong experimento claridad y paz profunda.
...Tai Ji me siento fuerte, entera, feliz y agradecida desde muy adentro. 
...meditación experimento conexión, aceptación y la verdadera dimensión de la vida-
Cheng Ya.

Foto de Luke Blezard. 

Desde China y México para el mundo con amor.
2018.  Andrea Indira Moreno Herrero - @Andreacaminodelagua
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